"The Fall" por David López

Publicado: 16/10/2007

Comentaba Tarsem Singh en una entrevista concedida con motivo del estreno de “The Fall”, su ambicioso segundo largo tras la fallida (aunque deslumbrante) “La Celda”, que este proyecto era una referencia no disimulada a la tradición oral del cuento. Y desde luego así es, porque “la historia más maravillosa jamás contada” necesariamente tenía que hacer hincapié en una narrativa transmitida generación a generación en la que la historia y su desarrollo muta extendiéndose y enriqueciéndose hasta límites desconocidos en un primer momento. Es historia viva y abierta, en la que los sueños y los anhelos de miles de individuos quedan inscritos para siempre.

Pues Singh ha logrado acercarnos con tacto y sensibilidad al sentido de la maravilla, esa dimensión irremediablemente asociada al relato de fantasía donde las aventuras colosales, los seres extraordinarios, y el exotismo y la majestuosidad del lejano Oriente tienen cabida. Desde luego, la habitual comparación con “La Princesa Prometida” es insuficiente porque Singh apuesta, no sólo por la emoción dramática y la ternura comedida, sino por el trabajo artístico y estético a gran escala que le permite largos años de trabajo en localizaciones de hasta 26 países diferentes acongojando al espectador con una de las mejores colecciones de postales del mundo nunca vistas en pantalla.

Ambientada en un hospital de los años 20, Singh nos invita a aproximarnos a la singular relación entre Roy Walker (Lee Pace), un doble del incipiente cine hollywoodiense, y Alexandria, jovencita que estará dispuesta a conseguirle al melancólico actor las dosis de morfina que desea con tal de que prosiga con la narración increíble y fabulosa acerca de cinco héroes en su cruzada contra el malvado Odio. A pesar de su corta edad, Catinca Untaru entendió a la perfección la particular lógica del cuento y exigió que una historia que debería haber sido más oscura tendiese hacia algo más feliz y luminoso, consagrando así esa primera pretensión de moldeabilidad de la tradición oral.

Realidad y ficción se cruzan continuamente entre estos dos planos, la realidad de un hospital donde Alexandria disfruta del cuento de un Roy herido que ya no desea vivir más, y la ficción de un relato asombroso que podría haber formado parte de “Las mil y una noches”. Además de una sabia batuta técnica, Singh goza de la autoridad del que es capaz de insuflar a su obra la riqueza simbólica y conceptual de la que adolecen tantos otros títulos de similares características. No se trata sólo de su preciosa fotografía o del encanto monumental de sus paisajes y edificios, sino del estudiado contenido de su imaginería onírica y fantástica, que jugando con las poderosas bazas que ofrecen la dulce química entre su pareja protagonista, el sentido homenaje a los profesionales del cine , y lo delicioso del mismo relato, convierte a “The Fall” en una de las piedras preciosas de la temporada.

Del mismo modo que ya sucedió con “La Joven del Agua”, “The Fall” está destinada a la incomprensión, a ser cuestionada por sus lagunas temporales y espaciales, preguntas éstas carentes de sentido en el universo del cuento fantástico, que atiende más a lo irracional de la psique humana que a la racionalización lógica que habitualmente imponemos a lo real. Por eso lo importante es adentrarse en esta película y dejarse llevar. Los más osados tendrán su recompensa, la de disfrutar de un fantasía para espectadores inteligentes que merece desde ya ocupar un lugar privilegiado en la galería de tesoros audiovisuales de la historia del celuloide.

David López