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"Son of a lion" inaugura hoy Cines del Sur 2008

Publicado: 30/05/2008

Con el estreno nacional de la coproducción pakistaní-australiana “Son of a lion” en el Teatro Isabel la Católica (la probable lluvia lo ha impedido en el Palacio de Carlos V de la Alhambra), hoy se inaugura oficialmente la segunda edición del Festival de Granada Cines del Sur. Una edición que aspira a superar cuantitativa y cualitativamente a su predecesora con una programación exclusiva que incluye una nutrida selección de premieres y que amplia notablemente el número de países participantes.


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El pase del film de Benjamin Gilmour durante la gala de apertura es tan solo un pequeño aperitivo que ejerce a la perfección su función de carta de presentación para ocho intensas jornadas dedicadas en cuerpo y alma a la producción internacional facturada por aquellas que un día denominamos cinematografías periféricas pero que desde 2007 ya identificamos plenamente con la sensibilidad y la idiosincrasia del Sur con mayúsculas. Lo mejor de cada casa, desde el nuevo cine asiático a los nombres de prestigio de la industria de Oriente Medio, tiene cabida en un certamen cuya filosofía reside precisamente en la idea del diálogo y el encuentro.

Tan extenso programa nos obliga a escoger, a tomar partido, a dejarnos guiar por preferencias e intuiciones. Para futuros espectadores extraviados en un sinfín de nacionalidades, estilos y variantes temáticas, unas pequeñas recomendaciones pueden ayudar a aquéllos que deseen no perderse las cintas ineludibles.

Como era previsible, a la luz de la creciente autoridad del Festival de Pusán (su director, Kim Dong-ho, participará como jurado de la Sección Oficial), el cine asiático ocupa gran parte del grueso de la parrilla. Una Asia plural y multicolor que apuesta por insólitas fórmulas estéticas y narrativas a través de una sorprendente amalgama de géneros y temas. Cines del Sur 2008 proyectará las dos películas más premiadas y celebradas de la temporada, “Flower in the Pocket” de Liew Seng Tat y “Wonderful Town” de Aditya Assarat. La primera, que luchará por la Alhambra de Oro, representa el punto álgido de la Nueva Ola del Cine Malayo, una auténtica declaración de intenciones para la generación de cineastas independientes que explotando las posibilidades del formato digital han colocado a Malasia en la primera línea del circuito de festivales. La historia de dos hermanos que deben aprender a crecer sin figura paternal en los suburbios de Kuala Lumpur emocionará a los apasionados de las fábulas de marcado componente agridulce.

Por otro lado, “Wonderful Town”, no sólo es la confirmación del buen estado de la producción tailandesa (con Apichatpong Weerasethakul a la cabeza) sino la prueba irrefutable del talento y la prometedora carrera de su realizador. Hipnótica y de una belleza arrebatadora (su fotografía y su banda sonora son un claro ejemplo), esta estampa post-Tsunami que dibuja la tensa cotidianeidad de una localidad costera marcada por las amenazas invisibles, por los fantasmas y los recuerdos del pasado, es una de las cumbres del año. Reconocida con el valioso Premio Tiger en Rotterdam, la película de Assarat gozará del beneplácito de un público que no podrá evitar dejarse cautivar por la melancolía y la serenidad con las que está planteada esta crónica de una relación amorosa, la de un arquitecto de Bangkok y la dueña de un hotel abandonado, condenada al recelo y al rechazo por unas gentes que sólo desean empezar desde cero en un clima de incertidumbre.

En la misma línea renovadora, “Tirador” de Brillante Mendoza puede marcar un antes y un después. Cabeza visible de la incipiente industria filipina, Mendoza se convertía hace poco en el primer director de dicha nacionalidad que en 24 años optaba a la Palma de Oro en el referencial Festival de Cannes. Compañero y cómplice de los cineastas más radicales e intempestivos del momento (como Lav Daz o Raya Martin), consiguió impresionar al mismísimo Sean Penn, presidente del jurado que exigió a la organización un nuevo pase de su película. "Tirador" asegura reflexiones encontradas en su puesta en escena de la vida diaria de un grupo de pícaros que han hecho de los pequeños hurtos y el pillaje su método de supervivencia en las duras calles de Manila. Fusión extrema de la ficción y documental, no garantiza concesiones a nuestra conciencia.

Mucho más amables y perfectamente disfrutables para el público masivo y desprejuiciado, “Getting Home” y “Om Shanti Om” como mínimo vienen avaladas por las sonrisas y los aplausos que han recibido en otras muestras que las han honrado con el Premio del Público. Si la china “Getting Home” es una divertida tragicomedia de acentuado humor negro (un viejo obrero traslada a lo largo del país el cadáver de un compañero hasta su ciudad natal haciendo honor a la promesa que le hizo), “Om Shanti Om” es la explosión definitiva del color y el espíritu desenfadado que exhibe Bollywood, la todopoderosa cinematografía india que en este atrevido musical se rinde un merecido autohomenaje y regala a sus fanáticos innumerables guiños y apariciones estelares. Un espectáculo para todos los sentidos de primera categoría.

Finalmente “Aliento”, la penúltima película del coreano Kim Ki-Duk, es otra buena sugerencia para los curiosos que prefieran adentrarse en la variopinta producción local a través de propuestas más asequibles. Siendo uno de los pocos directores que han estrenado en España prácticamente todas sus cintas, el autor de “La Isla” regresa con una obra menos áspera y críptica que por primera vez en su filmografía ostenta contra todo pronóstico inauditas incursiones cómicas. Y eso que su desarrollo argumental, la difícil relación de un preso condenado a muerte y una mujer herida por un matrimonio roto, hacía presagiar otro drama descarnado. Por el contrario, aún resultando desgarradora, “Aliento” desprende mayor moderación pero también el preciosismo y el lirismo de anteriores trabajos, congratulándose Kim Ki-Duk con sus admiradores y dejando la puerta abierta a aquéllos que se sientan invitados a sumergirse por primera vez en su universo y su peculiar estilo.

Pero si éste es el gran panorama de la actualidad cinematográfica asiática, Cines del Sur tiene su propia seña de identidad: su sutil mirada al mundo árabe y latinoamericano. De visionado obligado será el polémico documental “A Jihad for Love”, prohibido en el reciente Festival de Singapur como consecuencia de su examen cercano y sincero de la terrible situación de aquellas personas que se hayan oprimidas por una sociedad en la que el fundamentalismo religioso persigue la homosexualidad. Cine de compromiso que propone lecciones nada alentadores sobre nuestra humanidad y que entronca sin problemas con el ideario de responsabilidad social del maestro Youssef Chahine, protagonista de una retrospectiva durante la pasada edición que en ésta mostrará la razón que le impidió visitar Granada en 2007. Nos referimos a “Le Chaos”, el que posiblemente se erija como testamento fílmico del cineasta egipcio y en el que se reitera su preocupación por la corrupción y la ambigüedad de la autoridad describiendo el enfrentamiento en un barrio de El Cairo entre un policía obsesionado con el poder y una joven que simboliza el ansia de cambios y regeneración. Un alumno de Chahine, Yousry Nasrrallah, competirá en la Sección Oficial con “The Aquarium”, otro drama en el que los conflictos políticos son el contexto para plasmar en pantalla las intimidades de seres solitarios destinados a encontrarse tarde o temprano. Aunque una joya que podríamos tener muy en cuenta en breve viene de un lugar tan remoto como Kazajstán. “Chouga” de Darezhan Omirbaev, una inesperada revisión de “Anna Karenina” de Tolstoi, reincide en la anécdota romántica para explicitar los males del acelerado proceso de evolución de su país centrando su atención en la coincidencia azarosa de una mujer casada que vive en la capital y un atractivo joven que conoce cuando viaja con la pretensión de mediar en la crisis matrimonial de su hermano.

Por su parte, junto a “Jogo de cena” o “Another Love Story”, “Déficit”, el debut como director del conocido actor Gael García Bernal (“Amores Perros”), es una de las cintas que defienden a concurso la personalidad del Sur del continente americano. A falta de conocer de primera mano el resultado de su primera incursión tras la cámara, la ópera prima del intérprete mexicano evidentemente ha levantado grandes expectativas. Un escenario que puede convertirse en jaula claustrofóbica (una mansión) donde una serie de personajes harán estallar las contradicciones de un joven, hijo de un político fraudulento que disfruta de las comodidades de la sociedad del bienestar. El aliciente, por supuesto, será contar con el propio García Bernal presentando personalmente su film.

Para puntualizar nuestro pequeño paseo por algunos de los puntos más interesantes del festival, cerramos con dos indicaciones. Destaca la reiterada presencia de Xiaolu Guo, que repite en Cines del Sur con “We went to Wonderland”, certificando que en la ciudad de Granada podría estar fraguándose el epicentro de un proyecto de tal envergadura que los propios realizadores comienzan a incluir en sus agendas anuales esta cita. Y un consejo: los más aventureros y osados no deberían ignorar el pase de “The Rebirth” de Masahiro Kobayashi, gran triunfadora en Locarno y posiblemente una de las mejores películas de este 2008. La incomunicación como eje de una obra solemne y compleja en la que los silencios resultan más dolorosos y tensos que cualquier palabra. Requiere paciencia pero la recompensa es mayor. Imprescindible.

David López

kandajar en 01/06/2008

Gran película en el que se describe el drama de la frontera afgano pakistaní, todo estuvo precioso salvo el retraso de la consejera 30 minutos que hicieron que salieramos más tarde, comprese un reloj

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