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Hollywood ficha a Urbizu para rodar la historia del narco Pablo Escobar

Relativity Media le brinda al cineasta vasco una superproducción codiciada por realizadores como Antoine Fuqua y Joe Carnahan.

Publicado: 12/03/2013

Para contar algunas historias hace falta valor y nervio. La de Pablo Escobar, el legendario 'Rey de la cocaína', era un caramelo muy codiciado por los ejecutivos de la meca del cine. Un proyecto largamente acariciado por la industria hollywoodiense que naufragó en manos de cineastas como Oliver Stone, Antoine Fuqua y Joe Carnahan. Después de años de rumores e intentos frustrados, Enrique Urbizu será finalmente el encargado de llevar a la gran pantalla las correrías del célebre fundador del cartel de Medellín. Así lo confirma el estudio norteamericano Relativity Media, la compañía que financió 'La red social', de David Fincher, y 'The fighter', de David O. Russell, ambas reconocidas con sendos Oscars.

"De todos los guiones que recibí tras el éxito de 'No habrá paz para los malvados', este biopic fue el que más me interesó porque era el que mejor se adaptaba a mi perfil", confesaba el director bilbaíno. El libreto, titulado 'Silver or Lead' ('Plata o Plomo', la famosa frase del narco que venía a insinuar que o aceptabas sus condiciones o te ibas al otro mundo) narra los acontecimientos que rodearon la operación orquestada por el Gobierno colombiano para darle caza. La película centrará su atención en la guerra personal que libraron Escobar y Hugo Martínez, el coronel del Ejército que persiguió sin tregua al que fuera el hombre más poderoso de la mafia del país latinoamericano. A pesar de la incertidumbre que genera el currículum de su autor, el británico Piers Ashworth ('Supercañeras'), Urbizuasegura que el texto es "apasionante porque captura con todo lujo de detalles los aspectos más emocionantes y sorprendentes de los últimos diez años de la vida de Escobar". Pero fue el duelo antagónico entre el narcotraficante y el coronel Martínez el que terminó por convencerle del potencial del relato. "La antítesis entre ambos es una materia prima muy apetecible para cualquier realizador. En el fondo es una historia clásica, porque enfrenta hasta sus últimas consecuencias a dos personajes temibles que no se detienen ante nada para alcanzar sus objetivos", señala un entusiasmado Urbizu.

El intervencionismo de Estados Unidos "también ocupa un lugar muy destacado en la trama". De ahí que el tercer vértice sobre el que descansa el argumento sea Joe Toft, el jefe de la oficina en Bogotá de la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA), que estuvo involucrado en la misión que finalizó el 2 de diciembre de 1993 con la muerte de Escobar, abatido por un comando cuando intentaba huir a través del tejado de la casa que le servía de escondite. Ashworth, que parte de un borrador escrito por el veterano Michael Kane, también ha recurrido al libro 'Whitewash: Pablo Escobar and the cocaine wars', de Simon Strong, para documentar las peripecias del colombiano. Un mito que, además de forjarse una carrera política y dejar un reguero de sangre a su paso, llegó a ser el séptimo hombre más rico del mundo según la revista 'Forbes' gracias a la venta de droga.

El filme se encuentra actualmente en "una prematura fase de desarrollo" y por eso Urbizu no se atreve a aventurar nada sobre el presupuesto, los pormenores del rodaje y, aún menos, del casting. Es el consabido secretismo que acompaña a toda superproducción que se precie de serlo. Sin embargo, no sería sorprendente encontrar un actor patrio en el reparto.

En cualquier caso, la suya será una carrera contrarreloj porque la maquinaria de Hollywood ya tiene en marcha diversas propuestas en torno a la figura de Escobar. "Ni las conozco ni me preocupan, porque ésta llevará mi sello personal", subraya cuando se le pregunta por otros proyectos que también describirán el ascenso y la caída del narco. Entre ellos destaca una serie impulsada por la plataforma de vídeo Netflix, que dirigirá el brasileño Jose Padilha cuando concluya su remake de 'Robocop', y 'Paraíso perdido', con el actor Andrea Di Stefano ('La vida de Pi') tras la cámara y Benicio del Toro encarnando el papel estelar. Javier Bardem llegó a figurar durante años como reclamo de 'Killing Pablo', la versión de la historia que preparaba Joe Carnahan. Antes de perderse en el cajón de una 'major', el director de 'Narc' anunció que Bardem daría vida a Escobar y Christian Bale al comandante de los Delta Force que colaboró en su captura.

El desembarco de Urbizu en Estados Unidos no es casual. El triunfo de 'No habrá paz para los malvados' en la cosecha de los premios Goya 2012 -seis galardones incluyendo los de mejor película, director, guion y actor- no solo recompensaba la trayectoria del eterno candidato, sino que le abría las puertas del mercado internacional para emprender producciones de mayor envergadura. Incluso la estrella del cine de acción Sylvester Stallone tildó de "maravillosa" la cinta del bilbaíno y compró los derechos para adaptarla a los gustos de los espectadores norteamericanos. Su propósito es interpretar al corrupto y huraño Santos Trinidad, el rol que tantas alegrías le ha reportado a José Coronado.

No cabe duda de la idoneidad de Urbizu para afrontar un thriller de estas características que, además, se adivina electrizante. 'Todo por la pasta' o 'La caja 507' no solo eran vibrantes ejercicios de estilo. Más allá de los clichés recurrentes (antihéroes en un callejón sin salida, 'femmes fatales', diálogos afilados), el cineasta vasco demostraba su interés por evocar la realidad social de su tiempo de un modo plástico. En ese sentido, la vida de Escobar, un criminal capaz de desestabilizar a todo un país, le viene como anillo al dedo. Queda en el tintero su libreto sobre Francisco Paesa, el agente de los servicios secretos españoles que supuestamente colaboró con los GAL.

David López

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