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El imaginario de la poupée: surrealistas, siniestras y eróticas

Al igual que las 'princesas' de Amano Katan, que además habitan en estilizados cuentos de hadas y conjugan lo bello con lo grotesco, las muñecas de Tari Nakagawa poseen la misma inocencia infantil e influencias góticas.

Publicado: 01/11/2014

“La omnipotencia del amor nunca se manifiesta más que en sus desvaríos, inscritos en las perversiones y en sus espantosos resultados”, mantenía Freud, no sin preocupación, en una nota añadida a posteriori en 'Tres ensayos sobre teoría sexual'. Con el mismo espíritu y bajo el título 'Variaciones sobre el montaje de una menor articulada', Hans Bellmer publicó en la revista Minotauro un compendio de fotografías de su célebre escultura 'Poupée', a la que insufló vida imponiéndole toda clase de metamorfosis. Adoptando poses eróticas, dramáticas o sadomasoquistas, la muñeca de Bellmer, que surgió a causa de su interés por el psicoanálisis, conquistó a los surrealistas y ofendió a los nazis, que la catalogaron como 'arte degenerado' o 'judeo-bolchevique'. La obra, que es una mezcla compleja y contradictoria de influjos, es un objeto sensual y violento, también una denuncia de los cánones de moda en la Alemania hitleriana. Sexualidad, erotismo y muerte coexisten en el mismo cuerpo inerte. Décadas después de irrumpir la 'Poupée' en el panorama artístico, es Japón quien recoge el testigo, donde toda una legión de creadores ha seguido el camino trazado por el artista polaco para expresar sus obsesiones, bien sea la búsqueda de belleza, la fragilidad, la inocencia o, tal vez, oscuros deseos.

Como no podía ser de otro modo, la fabricación de muñecas, con fines artísticos, no ha pasado por alto en el país asiático, aunque en muchas ocasiones sea para hacer las delicias de los más fetichistas (y ¿'desviados'?), caso de las hiperrealistas 'esposas holandesas' (fabricadas con silicona de alta calidad). No obstante, la gama es amplia. Tanto es así que un buen puñado de creadores contemporáneos nipones ha sucumbido a estos simulacros articulados y sexuados. Cuando Pigmalión soñó con Galatea, las fantasías de romances con 'autómatas' comenzaron a despertar la inspiración de artistas. De encuentros con seres inanimados y de agalmatofilia ha dado buena la factoría Orient Industry, con sus 'mujeres inmóviles' y su mercado parafílico. En el thriller pink y bizarro 'Guitly of romance', Sion Sono invocaba la insigne obra de Bellmer para ilustrar un macabro asesinato: un cadáver brutalmente mutilado y reconstruido como si se tratase de un maniquí.

De muñecas sexys a la temática noir. Con un estilo surrealista y siniestro, que se desmarca de la mayoría de las 'dollmaker', cada vez más populares en Japón, las esculturas de Tari Nakagawa son de belleza cautivadora; aunque también rebosan una profunda melancolía, de mirada perdida y llena de tristeza. Son cadáveres en plena descomposición, que dejan al desnudo la caja torácica; y sus cuerpos decadentes, cuyos miembros aparecen amputados, parecen haber sido destruidos por algún tipo de erotismo corrupto. “Esta combinación de eros, pathos e inocencia tiene como fuente de inspiración las fotografías funerarias de la época victoriana”, expone el autor en su nuevo libro 'La costilla de Eva', en el que revive los retratos conmemorativos postmortem del siglo XIX. Al igual que las 'princesas' de Amano Katan, que además habitan en estilizados cuentos de hadas y conjugan lo bello con lo grotesco, las muñecas de Nakagawa poseen la misma inocencia infantil e influencias góticas de las 'Katan doll'.

Ryo Yoshida, Koitsukihime o Akiyama Mahoko, también, son algunos de los nombres que, influidos por 'Los cuentos de Hoffmann', brillan con luz propia en la confección de una imaginería que no se reduce la escultura (al igual que las muñecas perturbadoras de Nawagawa y Katan), sino que entran en juego otras disciplinas, tales como la fotografía o el diseño artístico. 'Prêt-à-porter' para conquistar al mundo. De hecho, Katan ha ilustrado, con sus 'relatos pesadillescos', algún que otro disco de John Zorn.

María José López

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