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"La tragicomedia de la vida según Arcade Fire" por David López (Mundo Música)

Publicado: 20/02/2007

Tragicómica ha de ser esta vida donde nos hallamos inmersos en un gran teatro obligados a interpretar un papel cuyo guión desconocemos. Puede que, como afirmaba Schopenhauer, la experiencia del dolor y el sufrimiento sea, a la manera del cógito cartesiano, la cosa mejor repartida del mundo y ello nos inspire ciertas ilusiones consideradas como metafísicas. Pero también puede fomentar ese arte trágico que ama por igual la sabiduría pesimista abismal y la ferviente creación imaginativa y estética.

The Arcade Fire, una de las maravillas mejor guardadas de Montreal, parecen pertenecer a ese selecto club que posee la luz inextinguible de lo atemporal. Su “Funeral” rebosaba paradójicamente vida, la belleza de las cosa terrenas destinadas a no morir nunca. Hay quien les criticó su barroquismo. Yo prefiero llamarlo riqueza y complejidad. La densidad de su épica emocional, tan sólo comparable a los Radiohead más desgarrados o los intensos crescendos de Sigur Ros, no dejó indiferente a nadie y colocó su debut grande para el público masivo en lo más alto de las listas de “lo mejor del año”.

Pues el dramatismo y la ornamentación preciosista han regresado. “Neon Bible” es el título de la magna nueva obra de los canadienses, a publicar el próximo 5 de Marzo. Luces y sombras pueblan esta joya para disfrutar en calma. Algo más oscuro que su predecesor, la particular biblia musical de The Arcade Fire, que toma su nombre de la conocida novela de John Kennedy Toole, pierde en dureza pero retoman la brillante luminosidad de “Rebellion” en “The Well And The Lighthouse” o “Keep the car running”, se relajan con “Neon Bible”, sorprenden con la teatralidad de “Black Wave/Bad Vibrations”, se atreven con un alegre blues pasado por su propio filtro en “Antichrist Television Blues”, recuperan y transforman de su primer EP la conmovedora “No Cars Go” (una de sus mejores piezas) y ponen el vello de punta en una colosal “Intervention”, donde la fusión con órganos de iglesia corta la respiración. “Black Mirror”, su single de adelanto, nos muestra una vez más esa profusión por los textos en claroscuro donde prima el humor negro y la melancolía existencial.

“Neon Bible” es en definitiva uno de las grandes gozos que alberga el presente 2007, un disco inspirado y equilibrado en sus ascensos y contenciones, abundante en sus poéticas ensoñaciones. La revelación del buen estado de forma que mantiene una de las mejores bandas de nuestro tiempo. Muy grandes.

DAVID LÓPEZ GONZÁLEZ