Muchas son las razones que podrían explicar que hayan debido pasar ocho años desde “Julien Donkey-Boy” para que el polémico Harmony Korine se coloque tras la cámara. Aun asumiendo tímidamente algunos encargos más o menos personales (caso del provocador clip que dirigió para Cat Power de “Living Proof”), lo cierto es que muchos ansiaban el regreso del que fue uno de los más notables francotiradores del cine independiente de la pasada década más allá de sus guiones para Larry Clark.
Antes de su estreno nacional en Sitges 2007, Cannes, Karlovy Vary o Toronto son algunas de las muestras internacionales que ya han proyectado el último film de Korine, ejemplar retrato de su humor (tan gozoso y surrealista para algunos, terriblemente insoportable para otros) y su fascinación por filmar obsesiones, psicopatías y otros desórdenes propios de una sociedad desbordada por su propia neurosis.
Diego Luna, Samantha Morton, Denis Lavant, Anita Pallenberg, David Blaine, Mal Whiteley y el realizador Werner Herzog (amigo personal de Korine, quien admira profundamente su “Stroszek”) conforman el sorprendente reparto de una película donde nunca está clara la fluctuación entre la comedia y el drama. Todo un exorcismo vital para su propio director que ha tardado cuatro años en sacar adelante un proyecto rodado en Francia y Panamá, y coescrito junto a su hermano Avi Korine.
Diego Luna interpreta a un joven norteamericano que desde su llegada a París se ha dedicado a ganar dinero imitando a Michael Jackson en las calles de la capital francesa. Poco a poco su existencia se bifurca en dos mundos, uno real (el nuestro) y otro interno, imaginario y profundamente complejo (el suyo). En este universo alternativo, él, Michael Jackson, conoce a Marilyn Monroe, que lo conduce a una comunidad en los highlands escoceses donde reside con su marido Charles Chaplin, su hija Shirley Temple y todo un variopinto grupo de celebridades como James Dean, Madonna, Abraham Lincoln o el Papa. Michael Jackson alcanza así su sueño utópico, un lugar ajeno al tiempo y al espacio donde encontrarse a sí mismo. El problema es despertar de este apacible letargo en un mundo real donde se encierra y medica a los “locos”.
Tras esta introducción muchos os preguntaréis qué demonios podemos esperar de todo esto. La respuesta en la sección Nuevas Visiones de Sitges 2007.
David López
Lorelei en 16/09/2007
en menudo berenjenal se ha metido Diego Luna y Samantha Morton
Kim D en 16/09/2007
Un genio absoluto, "Gummo" es una de las mejores películas de la pasada década, tan memorable como "Maldita Generación" de Greg Araki
david en 16/09/2007
Desde luego, este año la sección Nuevas Visiones reclama un papel importante pq su programa es, y nunca mejor dicho, fantástico. Y está claro que nos morimos por ver lo nuevo de Korine.
marian en 16/09/2007
gracias por este miniarticulo pq no tenia ni idea de quien era Harmony korine y reconozco que si hay alguna pelicula en Sitges que veria es esta despues de lo que he leido, q pasada
Robertito en 16/09/2007
Julien Donkey-Boy es mitiquisima, siempre pienso en Clark y Gregg Araki cuando la veo. Creo que el festival de Sitges se enriquece precisamente con estas secciones
Señor Solitario en 16/09/2007
Que ganas de verla!!!! Da ganas de escaparse a Sitges aunque sólo sea por ver esta película. Aunque echando una ojeada al listado, la seccion Nuevas Visiones me parece de lo merjocico en comparacion con una Sección Oficial que me resulta demasiado desequilibrada. Un saludo (espero mas informes sobre las pelis)
Lorelei en 16/09/2007
en menudo berenjenal se ha metido Diego Luna y Samantha Morton