"Tristam Shandy: a cock and bull story" por David López

Publicado: 09/04/2007

El nuevo film de Michael Winterbottom, uno de los pocos francotiradores sinceros que le quedan al cine británico, decepcionará a algunos y maravillará a otros. No hay término medio.

"Tristam Shandy: A cock and bull story" es un delirio metacinematográico y metaliterario que partiendo de la adaptación de Frank Cottrell Boyce de la infilmable novela de Laurence Sterne no nos muestra sino la dificultad que hay en el fondo de toda manifestación artística a la hora de relatar la odisea vital, que ni es continua ni es única en su variopinto círculo de interrupciones, interpelaciones y fuerzas contrariadas.

Entre la comedia a la inglesa y el documental ficticio, Winterbottom reflexiona sobre la vida, el cine y la literatura poblando el film de bromas sobre Bresson o Fassbinder, surrealismo europeo, simpáticos guiños a sus propias películas (Tony Wilson entrevistando a Steve Coogan que hacía de él en "24 hour party people") y cortes de Michael Nyman y Nino Rota que interactúan con las películas de Peter Greenaway y Federico Fellini a las que pertenecieron originalmente.

A pesar del agraciado y magnífico reparto, sus hallazgos humorísticos, y su fachada satírica y alocada, "Tristam Shandy: A cock and bull story" peca de constantes altibajos y autocomplacencia que no pocas veces conducen al absurdo y al aburrimiento. Como experimento valiente funciona por encima de la media pero como obra fílmica destinada a un público naufraga en demasiadas ocasiones. ¿Guión infilmable? No para tanto pero desde luego es un producto destinado a minorías cinéfilas y analíticos de las nuevas formas narrativas.