"Paris, Je t'aime" por David López

Publicado: 24/04/2007

Los films de autoría coral y múltiple parecen estar condenados de antemano. Los realizadores más personales pierden por completo su singularidad mientras que los mediocres obtendrán aún peores resultados. “Paris, je t’aime” es otro triste episodio que sólo aporta un tremendo desperdicio de celuloide. Entre la pura estampa publicitaria y la autocomplacencia propia del cine de autor, este homenaje poco sincero a la Ciudad de la Luz, parte de una idea de Tristan Carné y Emmanuel Benbihy, reclamando la presencia de 21 directores internacionales que sorprendentemente ofrecen nada o casi nada a las tremendas posibilidades de un proyecto así.

Aunque afortunadamente ninguno llegue al absurdo de la pieza de Christopher Doyle (habitual director de fotografía del cine de Wong Kar-Wai), el conjunto es irregular en exceso, banal en la mayoría de los casos, por no hablar de un perezoso ejercicio de encargo. En general son historias frías, insulsas y olvidables, consecuencia que no justifica la brevedad fugaz y anecdótica de cada cortometraje. Ni siquiera los hermanos Coen saben sacar provecho de la interpretación del simpar Steve Buscemi para presentar algo mínimamente respetable.

Tan sólo la obra de Vicenzo Natali permite descubrir una fuga en la línea estilística y argumental que domina el metraje con su historia de vampiros dotada de un humor tan paródico como simple.

Con todo ello, la pieza de nuestra Isabel Coixet es la única muestra estimable de cierto ingenio y buen hacer a la hora de condesar en apenas cinco minutos una historia atemporal, tierna y divertida, que cuenta con un agraciado reparto (Sergio Castellitto y Miranda Richardson acompañan la aportación española de Javier Cámara y Leonor Watling).

Pocos más por decir de una película que dentro de un mes nadie recordará y pasará a formar parte del funesto grupo de los caprichos caros y pretenciosos del cine de nuestro tiempo.

DAVID LÓPEZ GONZÁLEZ