"Atasco en la Nacional" por Carlos Polite

Publicado: 02/08/2007

La sombra de Berlanga es alargada, quizá demasiado, ya que estamos hablando si no del más grande director de cine español de todos los tiempos, uno de los más grandes sin duda. A él está dedicada esta película y podemos decir que no es una indigna dedicatoria.

La película cuenta la historia de una familia que se dirige a veranear a Cullera. Los “pobricos” se ven inmersos en un monumental atasco que causa su tardía llegada al hotel en el que habían reservado habitación, encontrándose con la desgracia de que se la han dado a otros veraneantes y quedándoles como única opción hospedarse en la habitación más cutre del hotel.

Pues bien, este argumento que en algunos momentos intenta recuperar la España patética y “cañí” que tan certera, aguda e irónicamente retrataba el maestro Berlanga en alguna de sus películas, da para una película que avanza a trompicones de una situación esperpéntica a otra sin solución de continuidad. Algunas veces consigue situaciones divertidas y de una comicidad enorme (cualquiera en las que los protagonistas se ven inmersos en esa playa de primera línea en la que dar un paso es un verdadero milagro). Usa por momentos con habilidad todos los tópicos vacacionales que se pueden dar, exagerándolos hasta el extremo, cayendo más de una vez cae en el exceso sin gracia.

La labor de dirección de Josetxo San Mateo no da mucho de sí, pierde fuelle a medida que avanza la película y los tópicos acaban resultando menos gracioso y más casposillos. Sin embargo cuenta con una baza enorme en una incombustible y siempre excelente Anabel Alonso. Que el cine español ha dado a cómicos enormes no nos cabe duda a ninguno y que la inmensa Anabel es una de ellas, tampoco. Su papel de maruja histérica no tiene desperdicio y es la que ofrece los mejores momentos de la película. Junto a ella palidece el señor Pablo Carbonell, que tiene sus cosicas, pero que no deja de ser en muchas ocasiones el graciosillo de caiga quien caiga ejerciendo de calzonazos bajo el yugo de su parienta. En cuanto al resto de reparto, en referencia a los adolescentes y a los niños, digamos que no molestan.

Lo que nos vamos a encontrar sin más es una comedia que a ratos nos hará disfrutar y a ratos no. Es el problema de los excesos. Un producto veraniego digno y que desde luego en algunos momentos se prefiere ante tanto pirata afeminado y tanto ogro sin gracia. El problema es que muchos harán ascos a esta comedía sin pretensiones por considerar que es una españolada más o comentarás que ellos no ven cine español porque es muy cutre. Pues que coño, viva la caspa.

Carlos Polite