Veinticuatro años han pasado desde que Frank Oz iniciara su periplo como director de cine en esa obra maestra titulada «Cristal Oscuro» y cuatro desde su última película, la completamente fallida «Las Mujeres Perfectas». Entre medio una carrera muy dotada para la comedia, bastante ligeritas eso si, con títulos tan divertidos como «¿Qué pasa con Bob?» o «In and Out» que siempre se veían elevadas por unos repartos extraordinarios. Incide en la vena de la comedia en esta última obra, con resultados no del todo desafortunados, pero si bastante irregulares.
Película coral de casting totalmente inglés, nos narra las vicisitudes de una reunión familiar y de amigos por el entierro del padre (con sorpresa) del protagonista. Esto dará lugar a una serie de inevitables equívocos que se supone nos tienen que hacer gracia. Hay que decir que algunas veces lo consigue, pero sólo algunas veces. No es culpa del reparto, todos están más que correctos. No es culpa del propio director, sabe darle el ritmo adecuado, sino que vuelve a ser culpa del guión. Es el cuento de nunca acabar, el problema de tener entre manos una historia y saber darle el tono adecuado para que todo funcione y para que resulte novedoso. Eso siempre es complicado y en la comedia mucho más, ya que sin duda alguna resulta el género más complicado, no ya sólo para un actor, sino sobre todo para un guionista. Siempre ha resultado sencillo hacer llorar al personal en la sala de un cine, pero no que esas mismas lágrimas sean causadas por la risa.
Aquí se echa mano de recursos demasiado obvios y manidos para provocar la risa del respetable, aumentando el tono de los excesos según va avanzando el metraje. El problema es que suena y sabe a muy visto, a sensación constante de «deja vu» y encima se diluye al final como un azucarillo como ya hiciera con los títulos arriba mencionados, pero sin lograr la comicidad que en ellos abundaba. Precipita un final lleno de moralina y discursillo barato del manual de la corrección política. Se vuelve a incidir en la vena de llevar a un personaje al ridículo extremo (cuestión patentada por Ben Stiller en casi todas sus comedias), tenemos un abuelo gruñón sin excesiva gracia, temas sexuales muy de boga actualmente. En definitiva, una serie de lugares comunes ya transitados anteriormente con mucha más gracia.
No voy a negar que me riera en el cine, lo hice y en más de un momento. Resulta una película de fácil visionado, pero el conjunto deja frío, dando la extraña sensación de cierta incapacidad de hacer comedia sin caer en excesos. Si lo que se pretende es ser excesivo, vamos hasta el final, que no hay nada peor que quedarse a medio camino de ninguna parte.
Carlos Polite
ARCHI en 18/06/2008
ES LA MEJOR PELICULA DE COMEDIA QUE HE VISMO ES UNA PELICULA MUY MERECIDA FUE LO Q MAS ME GUSTO FUE EL REPARTO Y LOS SONIDOS DE LA PELICULA
ARCHI en 18/06/2008
ES LA MEJOR PELICULA DE COMEDIA QUE HE VISMO ES UNA PELICULA MUY MERECIDA FUE LO Q MAS ME GUSTO FUE EL REPARTO Y LOS SONIDOS DE LA PELICULA